domingo, 20 de noviembre de 2011

La Piedra

Con esta materia, se han venido elaborando de forma ancestral, multitud de construcciones de todo tipo, bien en seco, tomada con barro o con mortero de cal. Tanto si se recoge directamente, como si se obtiene de canteras y se labra, la piedra constituye el material primario básico. Es la materia prima empleada para realizar los paramentos, soleras y algunas cubiertas de muchos de los chozos de Sierra Morena y Sistema Bético. Dependiendo del material geológico y de los afloramientos disponibles, se han empleado rocas ígneas (granitos, dioritas y gabros) de extremada dureza, teniendo en Los Pedroches un claro ejemplo de sabiduría en la labra de este complicado material. Igualmente aparecen otras rocas sedimentarias y metamórficas (calizas, areniscas, calcarenitas, pizarras y cuarcitas). Para su empleo, en muy escasas ocasiones se realizaba un recuadre previo de la roca. Únicamente aparecen piezas de cantería en algunas chozas de Los Pedroches y Alto Guadiato, principalmente para dinteles y jambas de puertas, ventanas y hornacinas, así como “agujas” para refuerzo de equinas en construcciones de planta rectangular.

Piedra seca (Espiel).

Piedra tomada con barro (Hinojosa del Duque).

Piedra tomada con mortero de cal (Zuheros).
Los muros se construían casi sin cimentación, iniciándose con una leve zanja y la nivelación del terreno. Bien, si la planta fuera circular, ovalada o rectangular, se iban levantando hiladas más o menos regulares, careadas y aplomadas. La buena factura y solidez de la obra, dependía de la habilidad del constructor, que en la mayoría de los casos era el propio morador de la choza. Si embargo, se han documentado en algunos municipios (Hinojosa del Duque y Belalcázar), una especialización de este oficio. Algunos propietarios de fincas ganaderas  encargaban a estos albañiles la construcción de “chozas de cúpula”, llamadas localmente “de casal”, donde se alojaban porqueros y pastores, con sus familias. Muchas de ellas, son bellos ejemplos de una arquitectura auxiliar de indudable valor etnográfico.
En cuanto a las cubiertas, la técnica más antigua es la aproximación de hiladas, tanto para la falsa cúpula como la bóveda de cañón. Ambos sistemas basados en un cerramiento por la superposición de hiladas de "lajas" hacia el interior del habitáculo. Su origen no es conocido con exactitud, pero parece clara la transmisión desde las formas más ancestrales y arcaicas, vinculándose a los prehistóricos “tholoi” de las culturas megalíticas.


 
Bóveda de cañón (Alcaracejos).

 
Falsa cúpula (Espejo).



No hay comentarios:

Publicar un comentario