jueves, 10 de noviembre de 2011

Trabajo de campo.

Esta investigación se viene desarrollando de manera personal, desde hace ya tiempo, siendo diversas motivaciones  las que me condujeron a afrontar esta temática, que no entra dentro de mi dedicación profesional. El estudio fue financiado parcialmente por la Comisión Andaluza de Etnografía de la Consejería de Cultura (Junta de Andalucía), dentro de la convocatoria de “subvenciones para la realización de actividades etnográficas” (Resolución de 20 de mayo de 2009, BOJA 18.05.2009). Durante el año 2010, con este apoyo institucional, se avanzó sustancialmente el trabajo de campo, pero aún queda mucho por hacer.

El planteamiento del trabajo inicial, se organizó mediante la recopilación de todo el material bibliográfico y documental relacionado con el tema, principalmente a nivel provincial, aunque también andaluz e ibérico. Toda esta fase, viene desarrollándose más o menos intensamente desde hace cuatro años. Durante todo este tiempo, se han rastreado artículos y publicaciones que trataran específicamente sobre arquitectura tradicional y etnografía. Se han recogido fotografías, dibujos, descripciones y relatos escritos sobre distintos aspectos vinculados con la vida en los chozas. También se ha realizado una búsqueda de topónimos en las distintas cartografías y planos de la provincia de Córdoba. Igualmente, se entrevistaron a personas vinculadas con ellos, que contaron como se hacían, como se vivía y un sinfín de anécdotas de sus propias experiencias personales. De igual manera, se contactó con asociaciones y entidades que tuvieran interés por el tema o estuviesen trabajando en proyectos de conservación y recuperación de este patrimonio cultural.


Tomando datos de una choza en Torrecampo. 

Se ha planteado una metodología basada en la localización sobre el terreno de las construcciones previamente documentadas. Se buscan indicios, tomando fotografías, medidas y detalles sobre sus características. Se alzan croquis para posteriormente, poder realizar planos detallados de cada uno. También, se tiene en cuenta  su localización, ubicación en el medio, toponimia y orientación. 

           La presentación de los datos se organiza por comarcas y subcomarcas, en este caso biogeográficas y con ciertos matices también históricos. De esta manera se definen como: Sierra Morena (Los Pedroches, Alto Guadiato y La Sierra), Depresión del Guadalquivir (La Vega, Las Colonias y Campiña Baja) y Sistema Bético (Campiña Alta y Subbéticas). Esta división ha sido utilizada  frecuentemente en diversos trabajos sobre arquitectura popular, y representa una visión mas aproximada sobre las influencias naturales, históricas y culturales que repercuten esta faceta de la etnografía.


Los colaboradores Fernando Díaz y Paco Buenestado en una choza de El Viso.
          Son multitud las personas y entidades que han colaborado en este estudio, sin cuyo apoyo moral y logístico, hubiera sido imposible abordarlo. Unas me asesoraron a nivel general, otras me informaron de posibles localizaciones,  incluso otras me acompañaron en las salidas al campo; todas mostraron gran entusiasmo por este proyecto personal. A todas ellas mi sincero agradecimiento.

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