sábado, 28 de enero de 2012

Chozas y fauna.

Estas construcciones humanas, estaban tan íntimamente ligadas a la Naturaleza, que de hecho, se hacían con materiales que esta ofrecía, quedando totalmente integradas en el paisaje. Tan directa era esta vinculación, que para ciertos animales salvajes, las chozas eran un elemento más dentro de su medio o territorio.

Las incursiones de ciertos mamíferos, en busca de refugio o alimento, eran un hecho habitual en la vida de estas gentes. Jinetas, tejones, garduñas y otros carnívoros, visitaban los gallineros de estos asentamientos, entrando en competencia con los humanos, siendo finalmente el saldo negativo hacia las popularmente llamadas “alimañas”.

Otros pequeños animales como ratas y ratones frecuentaban las despensas de grano, y tras ellos las diferentes especies de culebras, tan repudiadas a pesar del beneficio que aportaban eliminando los indeseados roedores. Igualmente, se escondían entre los huecos, salamanquesas, avispas alfareras y un sinfín de pequeños invertebrados.

Algunas aves, también ocupaban estos espacios, bien como refugio invernal, caso del confiado colirrojo tizón, o bien para criar entre las fibras vegetales, como el gorrión común, la golondrina común o el chochín. En algunas áreas de Extremadura y de la provincia de Huelva, las cigüeñas blancas llegaban a poner sus nidos sobre la cúspide de las chozas. Aunque en Córdoba, no hemos documentado este hecho, el insigne naturalista Francisco Bernis, hacía referencia hacia mediados del siglo XX, de la existencia de colonias de esta ave encima de los “almiares” de paja de la Campiña Cordobesa.


Ilustración de Cigüeña Blanca (Ciconia ciconia).
Autor: Rafael Pulido Jurado

Nido de cigüeña en una choza de Encinasola (Huelva).
Foto de Elodia Hernández León
 
Una vez, que se empezaron a abandonar todas estas construcciones, sirven incluso, de refugio para algunas especies de murciélagos, como algunos “Rinolofidos” que hemos encontrado en ciertas chozas de cúpula, que para ellos son, como auténticas cuevas.

Haciendo un repaso por el amplio registro de referencias históricas de chozas, documentadas hasta ahora en el estudio llevado a cabo, se han encontrado numerosos topónimos alusivos en muchos puntos de la geografía provincial. Cabe destacar nombres tan curiosos como la “Choza de la Jineta” y “Perdigones y Chozones” en Fuente Obejuna, los “Chozos del Tejón”, “Choza del Chobo” y “Chozo de las Palomas” en Villaviciosa de Córdoba, “Chozas del Ratón” en Hornachuelos, “Choza del Cerro del Águila” en Córdoba,  Culebrilla” en Santa Eufemia, “Chozo del Cjo. del Cangrejo” en Villanueva de Córdoba, “Choza del Cerro del Lobo” en Villanueva del Duque y “Chozas de Toloconejo” en Villaharta.

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